La búsqueda y manipulación del vacío a través del espacio construido fue la interrogante principal para el diseño de RL17. Entendemos la forma como un elemento que no sigue la función sino como una oportunidad para convertir el espacio habitado en un lugar de estímulos sensoriales. La volumetría quiebra la ortogonalidad y al mismo tiempo produce diversos ritmos a través de líneas curvas. Su interiorismo y ambientación tienen un estilo definido de elegancia y sobriedad. La contraposición de aperturas del proyecto son claves; de un entrada pesada y monolítica a una fachada posterior llena de voladizos y sin columnas que da la impresión de que la casa estuviera flotando.